Apocalipsis7:3

El sello sirve para separar los que tienen el sello de los que no tienen el sello, y para mostrar la propiedad y la protección que el propietario brindará a su pueblo.

Este sello no tiene por qué ser una cosa física; de hecho, dado que estamos hablando de cuestiones espirituales, lo más probable es que no sea algo físico. Dios mira el corazón. Si este sello fuera algo visible, la gente intentaría replicarlo artificialmente. Como algo que distingue a los grupos, puede ser un aspecto de vida y testimonio que nos separa de los que no siguen a Cristo. Por ejemplo, el hecho de que un creyente esté dispuesto a defender a Jesús en medio de las amenazas y el posible martirio lo marca como diferente de aquellos que no están dispuestos a hacerlo. Asimismo, la pureza que Dios da, y que mantiene el creyente, es una especie de sello; lo distingue de aquellos que no exhiben pureza.

Sin embargo, la idea de un sello también se trata de propiedad y protección. Esta promesa de protección sirve de aliento a los creyentes fieles. ¿Qué puede ser el sello? No estamos seguros, pero puede ser la pureza de la vida. Esto es lo que Dios busca, y cuando lo ve, dice que esa persona es suyo y se compromete a proteger a los suyos. Tal pureza proviene de Dios, pero requiere esfuerzo, enfoque y disciplina de nuestra parte para mantenerla, junto con la ayuda del Espíritu Santo.

Si bien los pactos antiguos requerían una señal del pacto y esa señal a menudo era una marca en la piel en un lugar prominente como la frente, esto es para beneficio del que está siendo sellado, más que para otros. Al igual que las filacterias del Antiguo Testamento, esto es un recordatorio para el creyente de sus compromisos y de dónde proviene su ánimo. El signo del Antiguo Pacto no era algo visible para los demás, más bien era la circuncisión, un recordatorio para uno mismo de la lealtad que profesaba. Si bien la marca mencionada aquí será utilizada por los ángeles de Dios para saber la diferencia entre los rebeldes y los fieles, el uso de la palabra “frente” apunta al enfoque personal y los diversos beneficios que aporta dicho enfoque. Esta diferencia, producida por la transformación interior que solo Dios puede efectuar, y la perseverancia del creyente, es en sí un tipo de estímulo para el creyente. Lo mismo que los hace diferentes, lo que atrae la atención y las burlas de la gente en general y atrae la persecución de sus antagonistas, también tiene la intención de ser una fuente de aliento para el creyente. Sabe que está en el camino correcto cuando viene esa persecución. Se opusieron, persiguieron y mataron a Jesús, así que cuando nos hacen lo mismo sabemos que vamos en la dirección correcta. Alguien dijo una vez: “si no te has encontrado con Satanás cara a cara, vas en la misma dirección que él va”. Entonces, en lugar de desear no destacarnos, deberíamos alegrarnos de que nuestra pureza se destaque como algo diferente. Si nos esforzamos por estar de acuerdo con el mundo, ¡es entonces cuando estamos en problemas!