Apocalipsis7:2

“La salida del sol”, generalmente significaba “el Este”. El Este fue la dirección más importante para muchos pueblos antiguos. No solo el sol venía de Oriente, sino que creían que la vida misma procedía de Oriente. Todos sus mapas estaban orientados hacia el este en lugar del norte como los nuestros.

Esto se puede tomar de dos maneras, ya sea como prueba de que Dios es el dueño y controlador de la vida misma, o como la señal de protección que se coloca sobre los seguidores de Dios. Lo más probable es que sea lo último. Sin embargo, no podemos ignorar el énfasis en la vida, ya que la vida se menciona dos veces en el contexto inmediato. Por lo tanto, puede ser una unión de las dos ideas; es una prueba de que Dios “es dueño” de la vida y que protegerá a sus fieles, dándoles la vida verdadera. Esto no es una promesa de que escaparán de la persecución, sino de que serán recompensados ​​con la vida eterna después de la muerte.

“El Dios vivo” habría hecho que los judíos de ese día pensaran en el nombre judío de Dios que nunca pronunciaron en voz alta y nunca escribieron sin detenerse a lavarse las manos. Era el nombre más santo y más sagrado de Dios conocido por los judíos. Era el nombre que suena como el hebreo para “Yo soy”. Como tal, enfatizó Su cualidad de vida eterna. Aquí ese título está ligado al adjetivo “vivo”, haciendo un doble énfasis en Su naturaleza vivificante. Todas las religiones antiguas asumían que sus dioses vivían; nadie quiere adorar a un dios sin vida, impotente e inactivo. Pero al referirse a nuestro Dios como el Dios vivo, el énfasis se pone en el hecho de que Él vive siempre y por la eternidad. Él es la definición de la vida. También es la fuente de vida; solo Él puede dar la vida y solo Él tiene el derecho de quitarla. Entre todos los dioses, solo Él es un dios vivo; todos los demás viven solamente en las imaginaciones de la gente.