Apocalipsis22:20

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Traducción

El que testifica a estas cosas dice, “¡Sí, vengo rápidamente!”

“Amén.

¡Ven SEÑOR JESÚS!”

Paráfrasis

El que verifica que estas cosas son veraces dice, “¡Sí, vengo sin demora innecesaria!”

“Que sea así, sin ningún estorbo por culpa mía. ¡Ven SALVADOR Y SUPREMO GOBERNANTE!”

¿QUÉ SIGNIFICA "VEN"?

Cuando Jesús dice, “Yo vengo sin demora innecesaria,” y cuando Juan responde, “Ven, Señor Jesús,” ¿qué significa “ven o vengo?” La mayoría de nosotros hemos aprendido que esto significa que nos sacará de aquí antes de que las cosas se pongan difíciles.

Sin embargo, Dios se deleita en los sacrificios que hacemos por Él, de hecho, la abnegación es lo que se entiende cuando la Biblia habla de un “sacrificio de olor fragante.” Alejarnos de la persecución, o sacarnos de ella cuando viene, nunca ha sido una prioridad para Dios. Así que no parece encajar que el rescate sería el propósito principal de Su venida.

Tendemos a enfocar lo nuestro; debemos enfocarle a Él. Él viene a hacer Su obra que está de acuerdo con Su naturaleza. Algún día nos llevará a casa para estar con Él, pero esa no es la única razón para Su venida a la tierra por segunda vez. Viene a castigar y recompensar.

La palabra “ven” usada a lo largo de la visión, es una palabra con vastas implicaciones y posibles significados. “Venir” puede significar “ir”, e incluso puede ser una advertencia o un estímulo. Estoy convencido de que “ven” puede significar que Jesús nos visita en nuestra hora de prueba y nos da la fuerza que necesitamos para soportarlas de maneras que le glorifica. “Ven” también puede significar que Jesús visitará sobre los impíos el castigo que merecen por haber rechazado a Dios. También puede referirse a una venida final para rendir el juicio final. A veces es difícil decir cuál significado de “ven” está a la vista en cualquier punto de Apocalipsis. Yo sugiero que muchas veces es tanto el “venir” inmediato como el “venir” final, ya que ambos pueden ser comunicados a la vez por una palabra. Aquellos que sufren persecución normalmente habrían interpretado esto como la “venida” inmediata y personal de Jesús, y al hacer esto, el propósito de alentar a aquellos que enfrentan una fuerte oposición o persecución se cumpliría. Pero habrían estado de acuerdo en que la “venida” final también era una posibilidad.

Debemos tener cuidado de no limitar la palabra “ven” solo a la visita final de Cristo con el propósito de castigar o recompensar, y debemos tener cuidado de no ignorar las “venidas” personales y repetidas de Cristo para dar aliento inmediato y fuerza a sus santos asediados. Necesitamos ambas perspectivas para entender completamente el Apocalipsis, y temo que muchos no lo entienden porque solo han escuchado una de esas maneras de entender la palabra “ven.”

A Juan le complació escuchar a Jesús decir: “Yo vengo rápidamente.” Él recibió esperanza y fortaleza de esas palabras. ¿Pero Jesús realmente “vino” a Juan en ese momento, o no? La mayoría de los expertos modernos en escatología dirían, “No, Jesús no ha venido en Su aparición final todavía, así que la alegría de Juan no podría haber estado relacionada con ningún evento inmediato o personal, debe haber estado basada en la alegría general relacionada con una venida en el futuro.” Yo estoy convencido de que, por cierto, Jesús llegó a Juan en la hora de su necesidad por lo cual el gozo de Juan fue dado un buen fundamento, su esperanza fue revivida, su dolor fue hecho tolerable y su fidelidad fue recompensada. Creo que Juan entendió “venir” principalmente como algo inmediato y personal, y no fue decepcionado.

Jesús “viene” a nosotros por Su Espíritu Santo. Él “viene” a nosotros personalmente, y vendrá por todos nosotros globalmente; Él “viene” inmediatamente cuando necesitamos Su fuerza, y vendrá para el juicio final.

Hay un aspecto más de la palabra “ven” que necesita nuestra atención. Cuando “viene” a nosotros Jesús revela más de Sí mismo. Cada vez que Él nos da fuerza, perseverancia, paciencia y sabiduría para enfrentar las pruebas que son causadas por nuestro testimonio de Él, obtenemos una visión fresca de quién es Él; le vemos más claramente. Al “venir” a nosotros Él se está acercando a nosotros y lo vemos más plenamente. Lo mismo es cierto en el sentido último de “venir” a ejecutar juicio. En esa venida final toda la humanidad lo verá más claramente y comprenderá más plenamente Su santo estándar. Lo verán como Él realmente es, y a ellos mismos como realmente son. De esa manera Jesús será confirmado como el juez que juzga con justicia y veracidad.