Traducción
Entonces vi un cielo nuevo
Ir a pie de página númeroy una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían pasado
Ir a pie de página númeroy ya no había mar,
Ir a pie de página númeroParáfrasis
Entonces vi un cielo nuevo y una nueva tierra, porque el primer arreglo del cielo y la tierra había pasado, y ya no había muerte
Notas al Pie
1: “Un cielo nuevo”
Puesto que la palabra cielo puede significar el lugar donde mora Dios, o el lugar donde vuelen los pájaros y los aviones, el contexto nos ayuda a determinar qué significado encaja mejor. En este caso, estando ligado a la tierra física, creo el lugar donde vuelan las aves parece concordar mejor.
2
El hecho de que la tierra y el cielo habían “pasado” parece apuntar a un arreglo totalmente nuevo, un nuevo sistema. Lo que fue, ya no es, ha sido reemplazado por algo nuevo. El hecho de que tanto el cielo (el espacio aéreo) como la tierra son removidos parece indicar que todo fue removido; todo será nuevo. Digo que “parece” ser el caso porque este cuadro incluye otro aspecto, el cual lo explico en el comentario que sigue este versículo.
3: “Ya no había mar”
El texto hace un gran esfuerzo para aclarar que la muerte ya no será parte de nuestra realidad. La maldición, que es la mayor consecuencia del pecado, no estará presente en este nuevo arreglo. Aquí Juan fue testigo de la eliminación del mar por completo, lo que significa que ¡La muerte dejará de ser una realidad! La consecuencia mayor del pecado será vencida, y la victoria de Cristo será completa.
¿QUÉ TRAERÁ UN CIELO NUEVO Y UNA TIERRA NUEVA? ¿SERÁ LA DESTRUCCIÓN O LA RENOVACIÓN?
¿Es posible que las palabras “un cielo nuevo y una tierra nueva” sean simbólicas?
Dudo que las palabras “cielo nuevo y tierra nueva” sean simbolismo. Sin embargo, están rodeados de símbolos que añaden gran significado a lo dicho. Volveré a los símbolos que las acompañan en un momento.
Si bien hay acuerdo en que todas las cosas se harán nuevas, hay un gran desacuerdo sobre si eso implicará la destrucción de este mundo, o su renovación. Hay pasajes en toda la Biblia que enfatizan la destrucción terrible, (En 2 Pedro 3. 7-13 parece que todo será quitado de la vista para que nada quede excepto la tierra misma y los actos de los hombres que esperan juicio. Todo será removido para que la humanidad se presenta desnuda ante Dios.
En Apoc 6. 13 y 8. 12 se menciona el poder de Dios demostrado en actos que dañan las estrellas. Una razón por la cual Dios puede quitar las estrellas, aunque Él las creó como demostraciones de Su gran poder, es que el hombre no ha visto en ellas lo que Dios quiso que vieran. En cambio, el hombre los ha convertido en dioses y ha adorado a las estrellas durante muchos siglos. El hombre moderno no adora las estrellas, pero tampoco ve en ellas una demostración de la gloria de Dios, sino que encuentra en ellas la supuesta prueba de una “gran explosión.” De modo que Dios los quitará de alguna manera y el acto de eliminarlas será una demostración de Su poder; será algo que sólo Él puede hacer.) y hay pasajes que enfatizan la renovación y la restauración. (Is. 65. 17-25 es un maravilloso pasaje que trata directamente el tema de “los nuevos cielos y nueva tierra” (65. 17). El profeta pinta un cuadro de gozo y alegría, donde “no habrá niño que muere de pocos días ni anciano que sus días no cumple” (65. 20), y “no trabajarán en vano” (65. 23), y muchos otros detalles felices.) La Biblia parece apoyar ambas ideas. Nunca explican exactamente cómo los cielos y la tierra pasarán, ni cómo las cosas se restaurarán. Muchos han asumido que la destrucción vendrá primero y la restauración vendrá después. Pero eso es una suposición. Dios destruyó esta tierra una vez con agua, pero la tierra todavía estaba presente. La misma tierra que Él había creado fue capaz de ser renovada. Eso puede ser lo que sucede al final de esta era también. Pero todavía es una suposición.
Normalmente la diferencia entre destrucción y renovación se explican diciendo que estos pasajes se refieren a diferentes épocas, diferentes tiempos. Eso quita la tensión, pero tal vez la intención de la Biblia no es eliminar toda la tensión sino que vivamos con ella reconociendo que es una tensión saludable.
¿Es posible que el rapto es la solución para la tensión?
La solución que muchos han dado a esta tensión es que los justos serán arrebatados temprano en un rapto y entonces los malvados serán castigado. Esta idea, aunque muy popular, tiene su propio conjunto de problemas. Permíteme referirme a algunos de ellos que se relacionan con varios aspectos de este estudio.
- No hay una tribulación de siete años en Apocalipsis (refiérase al capítulo 11 de Apocalipsis y mis comentarios allí).
- Los creyentes son llamados repetidamente a perseverar. No debemos esperar ser arrebatados justo antes de que las cosas se pongan realmente difíciles.
- Es un uso incorrecto del simbolismo. En esos días, si un rey o persona importante venía a tu casa, saldrías a su encuentro y luego lo acompañarías a tu casa. Fue considerado grosero esperar en tu puerta para que él viniera a ti. Cada judío de los días de Juan les diría que cuando el Nuevo Testamento habla de nosotros encontrándonos con Jesús en el aire lo estamos encontrando a Él mientras Él viene a la tierra, Él no nos está encontrando a nosotros mientras vamos al cielo. ¡La noción popular de Él encontrándonos en las nubes y luego llevándonos al cielo nos hace más importantes que Jesús! Es imposible que el símbolo utilizado signifique lo que los occidentales modernos dicen que significa.
Así que la respuesta a la pregunta de arriba es: No, un rapto no resuelve el problema del tiempo de la destrucción de esta tierra. En cambio, la teoría del rapto crea nuevos problemas.
Entonces, ¿cómo van a funcionar las cosas?
No lo sabemos.
¿Es probable que Dios usara bombas nucleares para destruir la tierra?
¡NO! ¡Es una arrogancia sumamente extrema pensar que Dios usará nuestras demostraciones de poder para mostrar Su poder! Él no necesita nuestras invenciones. Cuando Él demuestre Su poder hará que nuestras bombas nucleares parezcan juguetes. También es poco probable que Dios use las armas que empleamos unos contra otros por razones políticas para ejecutar Su juicio contra los pecadores. Es mucho más probable que Dios use algo que solo Él puede hacer. Podemos causar grandes explosiones y matar a mucha gente, pero no podemos hacer que las estrellas desaparezcan del cielo. Solo Dios puede hacer eso, y parece que 2 Pedro 3 está diciendo que esto podría ser una de las señales que Dios usa para mostrar Su poder. Cuando Él hace algo en ese nivel, tendrá la atención de todos.
Aquí están algunas de los cuadros que pinta Apocalipsis tocante al cielo nuevo y la tierra nueva:
- Considere Apoc 21. 1,2, y 4, no habrá muerte (21. 4 y 21. 3 ya no había mar), y no habrá maldición (singular) (Apoc 22. 1-5). Estos van juntos. La maldición es la maldición que cayó sobre la raza humana después de que Adán y Eva pecaron. La muerte es la maldición; la maldición es la muerte. Esto significa que no habrá más pecado. Ya no habrá nada que nos separe de Dios.
- También habrá sanidad para las naciones (22. 2), es decir, resolución de conflictos y contiendas entre las naciones. Esto significa que todas las naciones se someterán a Su autoridad. No sabemos cómo se desarrollará el juicio de Dios, ni sabemos exactamente cómo será el balance de la misericordia de Dios y su juicio. Pero sabemos que la armonía caracterizará lo que Dios crea en contraste de lo que vemos en nuestro mundo pecaminoso. También puede indicar que habrá sanidad espiritual para la gente de cada nación. Todo el mundo tiene la oportunidad de recibir la salud espiritual que Dios ofrece.
- Sus siervos verán Su rostro (22. 4), esto significa que conocerán a Dios más plenamente, comprenderán quién es Dios realmente. Ningún humano, mientras que esté en la tierra, aparte de Adán y Eva antes del pecado, ha sido capaz de ver el rostro de Dios y vivir. No podríamos aguantarlo si Dios nos revelara toda su gloria de una sola vez. Pero en el cielo nuevo y la tierra nueva por cierto veremos el rostro de Dios. Conoceremos a Dios en un nivel mucho más profundo.
- Su nombre estará en nuestras frentes (22. 4). Esto significa que nos identificaremos abiertamente con él. Seremos totalmente suyos. Esto también significa que Él estará siempre ante nuestros ojos; Él será nuestro enfoque.
Hay juicio en el libro de Apocalipsis, y hay restauración y renovación. No debemos enfocarnos en uno para excluir al otro. Por ejemplo, observa que la cena de las bodas del Cordero se menciona en el contexto de la destrucción de Babilonia; hay bendición para algunos y castigo para otros. Algunas cosas serán eliminadas y algunas cosas serán hechas nuevas. Cuando algo es eliminado, será para un propósito específico. A diferencia de las películas, la visión de Apocalipsis no contiene violencia gratuita. Las cosas serán quitadas para mostrar el gran poder de Dios, para dar una oportunidad más de arrepentimiento, para separar a los justos de los injustos, o para mostrar que sus juicios son justos y correctos.
Parece que Dios quería que hubiera una tensión entre sus actos destructivos de juicio y Sus actos de renovar los cielos y la tierra. ¿Por qué? Al final “un cielo nuevo y una tierra nueva” tienen que ver con la obediencia más que con la destrucción. Esta frase es un desafío para nosotros para estar en el equipo correcto. Dios continuamente protege a Sus fieles y un día tratará duramente con los rebeldes. Así que asegúrate de estar en Su equipo. En la frase “cielos nuevos y tierra nueva” hay un llamado a la obediencia, y responder a ese llamado es lo más importante.
YA NO HABÍA MAR
Para nosotros la frase “Ya no había mar” es sólo otra de esas declaraciones ambiguas del Apocalipsis; es posible que algunos creyentes modernos leen esas palabras y dicen: “¿Qué importa?” Pero para la gente de ese día fue una gran cosa. Quiero decirles que no tiene nada que ver con el agua, las olas o los peces. ¿Qué representaba el mar? Para todos los pueblos antiguos de esa parte del mundo, el mar representaba la muerte. Era peligroso y envuelto en misterio. Contenía extraños monstruos marinos. Muchos marineros se perdieron en el mar y sus familias nunca supieron nada de ellos. Es por eso que la mayoría de los barcos de esa era se mantuvieron a la vista de la tierra. El dios babilónico de la muerte vivía en el mar. Así que las palabras “ya no había mar” significaban “ya no había muerte.”
Apocalipsis dice otras cosas acerca del mar. Leemos en Apocalipsis 4. 6 y 15. 2 acerca de “un mar de vidrio.” ¿Qué significa eso? Yo creo que está diciendo que Dios había tomado del mar su poder para matar; Él lo había hecho inocuo. Son generalmente las olas del mar, sus tormentas, y su ferocidad, lo que lo hace peligroso para los marineros. Si el mar fuera tan tranquilo como un estanque en un día tranquilo no habría muertes en alta mar. Si el mar fuera liso como el cristal no habría adquirido una reputación como el lugar de peligro y muerte. Así que la primera cosa que Dios hace con la muerte en el libro de Apocalipsis es rendirlo pacífico.
Pero Dios no se detendrá en hacer que la muerte no sea peligroso. En Apocalipsis 20. 13 leemos que “el mar entregó a sus muertos.” La siguiente frase dice, “y la muerte y el Hades entregaron a sus muertos.” Esto es el paralelismo judío, donde la misma cosa se dice dos veces. El mar, la muerte, entregó sus muertos para pueda Dios juzgar a todos. Después del juicio no había necesidad de muerte, así que “la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego” (v. 14), es decir, eliminados. Esto es importante porque muestra el poder de Dios sobre la muerte, y también porque la muerte fue la maldición principal del pecado. Al eliminar la muerte, Dios también elimina la maldición que ha fastidiado a la humanidad desde que Adán pecó en el huerto.
La maldición, la consecuencia central del pecado, no estará presente en este nuevo arreglo, llamado el Cielo Nuevo y la Tierra Nueva. De todas las cosas que serán nuevas y diferentes, esta es la única que Dios pensó que merecía destacar porque muestra que no habrá pecado en ese lugar. La consecuencia primaria del pecado será vencida, y la victoria de Cristo será completa.
¡La declaración, “ya no había mar”, es el canto de victoria de Jesucristo!