Traducción
Esto es una mente con sabiduría. Las siete cabezas son siete montañas y la mujer se sienta sobre ellas.
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Aquí es donde se requiere una mente con sabiduría. La gama completa de liderazgo se coloca en todas las fortalezas, y la mujer controla todas ellas.
Notas al Pie
1
Aquí vemos que la mujer también tiene control de muchas cosas. Tanto la mujer como la Bestia tiene poder y control de muchas cosas.
QUÉ ES REPRESENTADO POR LA PROSTITUTA
No podemos estar seguros, pero parece que la prostituta representa los deseos pecaminosos y también las personas que se entregan desenfrenadamente a esos deseos, especialmente los que tienen liderazgo y pueden influir a otros a seguir sus malos caminos. Parece que ella controla la Bestia, y la Bestia controla a ella. Y es obvio que ambos controlan a los corazones de una gran parte de los seres humanos.
Toma unos momentos y piensa en las cosas que pueden ser consideradas “fortalezas” en tu cultura, cosas que moldean tu cultura.
Ahora compare tu lista con la lista de una persona quien ha enumerado siete de las influencias más impactantes en la siguiente manera: Todos los medios de comunicación, los gobiernos, las formas de entretenimiento, todos niveles de la educación, los negocios de todos tipos, las religiones, y la familia (puede haber otros también).
¿En cuántos de estos tiene Satanás un alto nivel de control? Creo que muchos estarían de acuerdo en que, en gran medida, los primeros tres son usados por Satanás para sus fines. La educación y el negocio ofrecen cosas buenas para la sociedad, pero no son completamente honorables; tienen sus fallas que a veces son fallas grandes y dañinas. Yo no diría que Satanás controla la religión en todo el mundo, pero diría que la religión organizada no está satisfaciendo las necesidades de la gente común y muchos están confundidos y frustrados. El individuo tiene parte de la culpa y la iglesia organizada tiene parte de la culpa. Luego está la familia; Satanás ha causado estragos en demasiadas familias. Unidades familiares estables, pacíficas y sanas son una cosa rara en muchas partes del mundo. Sin embargo, hay destellos de esperanza en medio de las tinieblas.
Nuestra situación no está muy lejos de la de los primeros cristianos que fueron los receptores originales de la carta de Juan.