Traducción
Y están cantando
Ir a pie de página númeroun cántico nuevo delante del trono y ante los cuatro seres vivientes y los ancianos.
Ir a pie de página númeroPero nadie era capaz de aprender el canto excepto los 144.000 que han sido redimidos de la tierra.
Paráfrasis
Están cantando un canto original en sumisión a la autoridad de Dios y en alabanza de quién es Dios, con la afirmación de los representantes de todos los seres vivos que Dios ha creado y de los representantes de los diversos tipos de autoridad. Pero nadie había acumulado las experiencias necesarias para ser digno de cantar este cántico, excepto TODOS aquellos que han sido redimidos de entre los habitantes de la tierra.
Notas al Pie
1
Este verbo es presente pero el próximo verbo otra vez vuelve a ser un verbo imperfecto. Por ser lleno de símbolos, el Apocalipsis muchas veces tiene estos cambios en los verbos.
2: “los ancianos”
Aquí no dice los “veinticuatro ancianos”, sino sólo “los ancianos.” Sin embargo, es obvio que la referencia es a los veinticuatro ancianos de antes. Por lo tanto, es el mismo símbolo de antes.
¿QUÉ ES UN CANTO NUEVO?
La Biblia contiene varias referencias a un “cántico nuevo” lo cual significa “un canto original” que es una expresión espontánea de adoración. Cada vez que le cantamos un “cántico nuevo” a Dios debe ser una expresión fresca que surge del corazón. No es solo música, sino que es una expresión de alabanza a Dios, independiente de la forma audible que tome. Debido a que es un original, debe tener diferentes palabras cada vez. Es una expresión fresca y genuina de alabanza a Jesús que surge de las experiencias personales que uno ha tenido con Dios. Por esa razón el canto original de cada persona será única. Cuando un “canto nuevo” es memorizado y cantado por otra persona, deja de ser un “canto nuevo.” Cuando alguien cuyo corazón no ha sido transformado canta ese mismo canto, pierde todo su significado y llega ser nada más que palabras vacías. Las personas que están pretendiendo ser seguidores de Dios pero no lo son, tienen dificultad en generando alabanza genuina y fresca a Dios y a Jesús. Cuando escuchas a alguien compartir una palabra de alabanza, generalmente puedes discernir si viene del corazón o solo de la cabeza.
Pocas veces creamos “nuevos cantos” sino que esperamos que los músicos profesionales escriban coros y cantos de adoración y adoptamos sus expresiones de adoración como nuestras. Te desafío a crear tus propios “cantos nuevos”. No importa que la música no sea perfecta; Dios se regocijará al ver que tu expresión de alabanza viene directo de tu corazón y de tus experiencias con Él.
MÁS INFORMACIÓN ACERCA DE LOS 144.000
Volvemos a nuestra discusión del uso del número 144,000 porque hay algunas diferencias entre este pasaje y el del capítulo 7. Primeramente debemos considerar el carácter de estos que están sellados por la marca de Dios. “Tenían Su nombre (el nombre del Cordero) y el nombre de Su Padre escrito en la frente (v 1); son los que no han sido contaminados con mujeres, porque son puros. Estos son los que siguen al CORDERO dondequiera que vaya. Estos han sido redimidos de entre los hombres; son los primeros frutos (las primicias) a DIOS y al CORDERO (v. 4).” Los 144.000 no son el punto focal de este pasaje, es el Cordero. Sin embargo, en cuanto a aquellos que son sellados por Dios, el énfasis está en su carácter, no en su identidad.
Habiendo establecido que este pasaje tiene que ver con el carácter y no la identidad, necesitamos echar un vistazo más de cerca a algunos dilemas presentados por este pasaje. Usa el número 144,000 en conjunción con aquellos “que tienen Su nombre y el nombre de Su Padre escrito en la frentes.” Esto obviamente significa “todos” los que tienen el nombre de Dios constantemente ante sus ojos.
En el versículo 4 se les llama una ofrenda de “primicias” a Dios y al Cordero, que a primera vista parece implicar que hay más cosecha que vendrá más tarde. No veo ninguna manera de hacer 144.000 significan otra cosa que “todos”, así que debo ver si hay otra manera de interpretar “primicias”, y por cierto lo hay. Algunos han interpretado esta frase como “una ofrenda especial” a Dios y al Cordero. Creo que esa es la idea aquí. No debemos quedarnos atascados en el hecho de que en la era del Antiguo Testamento la gente recogía los primeros frutos, y luego recogía el resto de la cosecha. En un sentido general, el término “primicias” significaba una ofrenda especial que era muy agradable a Dios. Cuando esta frase fue aplicada a Jesús (I Cor 15. 20 y 23), no significaba que había más como él por venir, sino que significaba lo más especial. Así que al final, el término “primicias” siempre se usaba de algo que era especial, y a veces había más por venir más tarde, pero no siempre.
¿Quién está presentando este sacrificio? O nos compró el Cordero y luego nos ofreció como una ofrenda al Padre y a sí mismo, o nos estamos ofreciendo a nosotros mismos como una ofrenda de primicias a Dios y a Jesús. El texto griego lo dice así: “Estos han sido redimidos de entre los hombres, primicias para Dios y para el Cordero.” Es obvio que algo en esta frase es asumido en lugar de declarado, por lo tanto, algo necesita ser insertado entre “hombres”, y “primicias.” Hay dos cosas que pueden ser insertadas en esta parte del versículo. “Estos han sido redimidos de entre los hombres, como primicias para Dios y para el Cordero,” o “Estos han sido redimidos de entre los hombres; son primicias para Dios y para el Cordero.”
Ambos son posibles. (El griego de la era del Nuevo Testamento no usaba puntuación alguna, y este tipo de verbo a menudo se asume en muchos idiomas del mundo).
En mi opinión, si Jesús nos está ofreciendo como primicias, la ofrenda sería hecha a Dios el Padre. Él no nos ofrecería como una ofrenda de primicias a sí mismo. Por lo tanto, estoy a favor de traducirlo de esta manera: “Estos han sido redimidos de entre los hombres; son primicias para Dios y para el Cordero.”
Si mi suposición es correcta, hay dos realidades separadas que se expresan aquí. Jesús nos ha comprado y redimido con Su sangre; esa es la primera realidad. Luego nos ofrecemos a nosotros mismos como una ofrenda especial a Dios el Padre y a Jesús. Presentamos este sacrificio por medio de una vida que se entrega completamente a Él. Esta es la segunda realidad. Cuando vivimos como una ofrenda de primicias, nos ofrecemos total y continuamente a Dios; nuestra vida es derramada completamente para Dios.
En este caso, las primicias son todo lo que va a haber. Aquí los primeros frutos no son una porción que damos a Dios con más que será usada para nosotros mismos, sino que las primicias representan todo lo que somos, y nos entregamos totalmente a Él.
Otro “problema” percibido con este pasaje es que, al llamarlos “puros”, usa el término que a menudo significa “vírgenes.” ¿Será la intención del pasaje aislar a 144.000 personas específicas que son vírgenes reales, o será la intención señalar a “todos” aquellos que son puros de corazón? Nuestra respuesta depende en gran medida de si vemos 144.000 como un número específico o como un símbolo. Sugiero que la gente de los días de Juan lo hubiera visto como un símbolo de todos los que son puros.
Si “144.000” significa “todos”, entonces “casto” y “primicias” no pueden indicar “algunos” seleccionados de entre todos; el pasaje debe significar “todos los puros que también son una ofrenda especial a Dios.”
El énfasis de este pasaje está en el Cordero; no en los 144.000. Los que lo alaban deben ser puros y justos, pero el énfasis no está en ellos, sino en el Cordero quien es digno de nuestra alabanza.