Apocalipsis9:19

1. Anteriormente leímos que los que fueron enviados eran cuatro ángeles que habían sido mantenidos listos para este momento. Es posible referirse a las fuerzas demoníacas como ángeles, pero no era común y en Apocalipsis creo que siempre se hace una distinción clara. Por lo tanto, si dice ángeles, lo más probable es que se refiera a los agentes de Dios, no a los agentes de Satanás.

2. Previamente se determinó la hora, día, mes y año. Esto significaba que Dios lo había planeado para que fuera así. Es posible que Dios permita que Satanás actúe y traiga cierto nivel de destrucción a la humanidad, porque la mente judía ve a Dios como la causa de todas las cosas. Él es la causa directa o indirecta de todo; los hebreos no hacían diferencia entre los dos. Sin embargo, si esto es un castigo de Dios, sería mejor que viniera directamente de Dios, no a través del adversario de Dios. ¿Cómo iba a saber la gente que era un castigo por el pecado si proviene del que promueve el pecado en vez del que castiga el pecado? Podemos estar seguros de esto: cuando Dios castiga, lo va a hacer Él mismo.

3. Satanás se alegra cuando el hombre actúa en contra de Dios. Satanás generalmente deja a la gente en paz si viven para sí mismos y no tienen hambre por Dios; quiere que se sientan cómodos en su condición pecaminosa por lo cual no les hace la vida más difícil de lo que ya es. Apocalipsis 9. 20-21 enumera algunas de las cosas pecaminosas que habían estado haciendo, todas son cosas que Satanás quiere promover, no castigar.

4. Parece que una de las razones principales de este castigo es llamar a las personas al arrepentimiento, algo que Satanás nunca hará. Para mostrar a las personas la severidad de sus acciones y despertarle a su necesidad de arrepentimiento, Dios castiga a una parte de la humanidad mientras que deja al resto con vida y la oportunidad de arrepentirse. La mayoría no se arrepienten, pero les da otra oportunidad, porque tal es la naturaleza misericordiosa de nuestro Dios. Esto está de acuerdo con las acciones de Dios, no con las acciones de Satanás.

El versículo 19 dice que las colas de los caballos son como serpientes. No dice que son serpientes, pero que como serpientes. En este caso la distinción es importante. Creo que la cola representa lo opuesto de lo que se espera. Los hombres fueron tomados por sorpresa por el castigo impuesto por estos ángeles hasta el punto de que se sintieron engañados. Esto fue percibido como un engaño, que es el modo principal de operación de Satanás. Según mi manera de entender este pasaje, esto no era Satanás o sus demonios trabajando, pero los receptores humanos percibieron que tenía las huellas digitales de Satanás porque no lo esperaban.

Hoy en día tenemos muchos que piensan que son “buena gente” y no merecen el castigo eterno. Se comparan con otros que son peores que ellos y, por lo tanto, se consideran justos. Asumen que Dios los aceptará en el cielo por no ser totalmente malos como aquellos con los que se comparan. Cuando Dios los castiga, lo acusarán de todo tipo de cosas, incluido el engaño. Sin embargo, serán ellos los culpables de engaño porque se han engañado a sí mismos.

Muchos eruditos ven aquí las acciones de Satanás debido a la mención de la serpiente, que de hecho, es el símbolo de Satanás. Sin embargo, todo lo demás en el pasaje apunta hacia el castigo y la misericordia de Dios, siendo el castigo y la misericordia como las dos caras de una sola moneda. Por lo tanto, interpreto la mención de las serpientes en el sentido de que las acciones de los ángeles castigadores se percibieron como engaño, que es la herramienta de Satanás. En la percepción de quienes están siendo castigados, parece astuto, engañoso e injusto porque los malvados no esperan castigo. Se han convencido de que todo lo que se habla sobre el castigo es una mentira o un cuento inventado. Cuando les llega el castigo, no están preparados para ello, no lo esperan, así que piensan que debe haber algún error.

Mi conclusión es que no se trata de la actividad de Satanás pero muchos van a pensar que lo es.